La Casita: un regalo para los sentidos

Posted by on lunes 10 Abr, 2017 in Sin categoría | 0 comments

Llevaba unos meses sin coger la cámara cuando de repente, me llama mi amigo Fran Monroy, para hacerme un precioso regalo. Él trabaja, desde su estudio de diseño, con el restaurante La Casita, en Santa Cruz de Tenerife. Es un ricón delicioso en el corazón de la ciudad, en el que sus propietarias, llevan varios años ofreciendo experiencias culinarias únicas. Si no lo conoces, deja de leer, estás perdonado, y ve a disfutar de su ámbiente, su personal y por supuesto de su comida.

El regalo del que hablo fue disfrutar haciendo las fotos de la carta del restaurante.  Quien me conoce sabe que sólo hago fotos de platos que cocino yo, pero me pidió hacer una excepción y no puedo estar más agradecida por su insistencia. Fue un día mágico.

Hacer fotos es mi forma de evadirme, de crear composiciones que me permitan lograr instantes para recordar; mezclar colores, utilizar las traseras que he ido adquiriendo a lo largo de los años, desempolvar los útiles que guardo con tanto mimo… Me lleva mucho tiempo cocinar y eso hace que, debido a mi trabajo diario, cada vez espacie más las sesiones en las que me entrego en cuerpo y alma a mi afición. Nunca habían horneado para que yo hiciera fotos, me quedé sin palabras.

Llegué y encontré al mejor repostero del planeta, con una selección de las tartas que en La Casita te ofrecen: Banoffe Pie, Tarta María Victoria, Red Velvet, Bizcocho de especias orientales con chocolate… Como el que cuida a su creación más preciosa, cortó trozos de cada una de esas delicias, con cuidado, con esmero, para que yo las vistiese de gala y las presentara en sociedad. Se me hace la boca agua al recordarlo.

Estos son algunos de los pecados que cometí ese día, porque no podía ser de otra forma, las probé todas y cada una de ellas.

Un beso delicioso.

 

 

 

 

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *